Conocí a Yelmo en el año 2014, estaba sólo en un prado en la sierra de Madrid y estaba muy, muy, muy delgado. Creo que le habían dejado por imposible, porque no habían conseguido lo que querían de él, que se dejara montar y obedeciera.

 

Yo acababa de empezar el Máster en Equitación Terapéutica y había decidido encontrar a primer Co-Terapeuta, y como la vida me puso a Yelmo delante el primero, pensé que sería por algo así que, hablé con sus propietarios y me lo dieron. En menos de dos meses ya estaba en Palencia, en el Centro Equibalance, dónde le ayudaron y le siguen ayudando. Durante meses tuvo que tener una dieta especial para poder recuperar todo el peso que le faltaba.

 

A mí también me ayudaron con su experiencia y profundo conocimiento de los Caballos. Relacionarse con Yelmo era complejo, lo había pasado muy mal con las personas y no confiaba en ellas en absoluto. Gracias a Susana Conde pude empezar a comprender lo que en realidad era un Caballo y luego ver todo lo que yo tenía que cambiar para poder estar y trabajar con ellos desde dónde quería hacerlo, que era desde el Respeto.

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